Pensar en que podríamos morir en cualquier momento es importante, como decía Marco Aurelio. No es para asustarnos, sino para recordarnos disfrutar y hacer las cosas importantes ahora, no después.
Reflexionar sobre la muerte nos hace ver lo valioso que es cada día que estamos vivos. Como decía Marco Aurelio, no es la muerte lo que debe darnos miedo, sino el no haber aprovechado la vida.
Saber que no vamos a vivir para siempre nos ayuda a ser más claros sobre lo que queremos y a no dejar para después lo que nos importa.
Piensa como si estuvieras en tu lecho de muerte: ¿qué te arrepentirías de no haber hecho? Imagina tu funeral: ¿qué dirían de ti? ¿Qué recordarían de lo que hiciste y cómo eras?
Séneca decía que cada día que pasa es un día menos de vida, y que no deberíamos pensar en la muerte como algo lejano. Cada día que vivimos ya es pasado. ¿Estás aprovechando bien tus días? ¿Estás haciendo lo correcto?
Una manera de valorar más la vida es pensar que cada cosa que hacemos podría ser la última vez. Normalmente sabemos cuándo hacemos algo por primera vez, pero casi nunca sabemos si será la última.
Puede ser la última vez que abrazas a alguien, que haces una actividad que te gusta o que ves a un amigo. Y pensar así nos ayuda a darle más valor a esas cosas.
Por ejemplo, si supieras que es la última vez que vas a un restaurante que te gusta, disfrutarías mucho más esa cena. O si fuera la última vez que ves a un amigo enfermo, valorarías mucho esos momentos y no perderías el tiempo en cosas sin importancia.
Muchas de esas «últimas veces» pueden parecer lejanas, pero algunas pueden estar más cerca de lo que creemos. El problema es que no sabemos cuáles serán ni cuándo.
Por eso, es bueno pensar de vez en cuando que lo que estamos haciendo ahora puede que no se repita. Tal vez sea la última vez que visitas un lugar, que ves a alguien, que corres en una carrera, que escuchas una canción, que tu hijo te hace un dibujo…
La idea no es estar siempre despidiéndonos de todo, sino simplemente ser más conscientes de lo que tenemos y disfrutar más incluso de los días más normales.
y a ti, ¿qué te parece?