Hace 7 años estaba en medio de un montón de proyectos, muy ocupado como ingeniero.
Hace 6 años descubri en serio el fascinante mundo de la inversión en valor y empecé a entender las inversiones desde una perspectiva más empresarial.
Hace 5 años terminé un curso con un gestor de fondos value. Aprendí un montón y me divertí mucho invirtiendo.
Hace 4 años estaba inmerso en obras, puestas en marcha y nuevos proyectos. Seguí aprendiendo. Seguí invirtiendo.
Hace 3 años me ofrecieron estar al frente de lo que mi jefe llamaba “el corazón de nuestra empresa”. ¡Lo acepté emocionado!. Seguí aprendiendo. Seguí invirtiendo.
Hace 2 años decidí dejar mi puesto para dedicarme a invertir a tiempo completo porque podia hacerlo.
Aunque mientras entrevistaba a posibles reemplazos, me di cuenta de que lo que realmente quería era combinar mis pasiones, así que entre A o B, elegí A+B, y me quedé.
Hace 1 año (y algo más) he estado disfrutando mucho de mi trabajo, dando pasos adelante en nuestro plan de crecimiento y también estudiando negocios y a veces invirtiendo en ellos.
Este año, 2023 sigo creciendo, sigo aprendiendo, sigo invirtiendo y siento que estoy viviendo los mejores años de mi vida, tanto profesional como personalmente.
Si estás en un momento de duda, recuerda que a veces la mejor opción entre A y B es A+B.
¡Ánimo!