¿Qué es eso de «hungry» y «foolish» del Steve Jobs?

Oye, ¿te acuerdas de Steve Jobs, el tío que montó Apple? En el 2005, el tipo soltó un discursazo en Stanford.

Aún me pone la piel de gallina cuando lo escucho

Se puso a contar su historia personal y a soltar perlas sobre la vida, el curro y palmarla. Dijo esa frase mítica, «Stay hungry, stay foolish», que no te voy a mentir, ha pegado fuerte desde entonces.

El tema es que esa frase ni siquiera la sacó de su manga; la pilló del último número del Whole Earth Catalog de 1974, una revista que era la caña en la época hippie, iba de creatividad y de vivir a tu bola.

Eso es lo de menos, porque la chicha está en cómo la explicó y la convirtió en un mantra

La frase estaba en la contraportada, con una foto de una carretera de campo. Y mira por dónde, se ha convertido en el grito de guerra de los locos de Silicon Valley y de cualquier chaval con ganas de comerse el mundo.

Para Jobs, «Stay hungry, stay foolish» era, como te digo, su mantra.

En Stanford dijo que esa revista le flipó en su juventud y que la frase era un toque de queda para no acomodarse y seguir dándole al coco, creciendo como persona.

Según él, para fliparla con ideas nuevas, tienes que ser un poco humilde y estar abierto a lo que venga.

La frase era su chuleta para recordar que siempre hay algo nuevo que aprender y que no hay que perder la chispa por descubrir cosas.

«Stay hungry, stay foolish» va de no conformarse y de ser un eterno curioso, ¿sabes? «Stay hungry» es no parar de buscar metas nuevas, y «stay foolish» es ser valiente para meter la pata y aprender, aunque te vean como el novato o el raro.

Venga, ¿te mola la idea de vivir así? Piénsalo, siempre hay algo guay por aprender y cada cagada es una lección.

Así que nada de dormirse en los laureles, mantente con hambre de más y con ganas de jugártela.

¿Te vienes?

Scroll al inicio