Imagina que estamos en una cafetería, tú y yo, con un par de cafés humeantes entre nosotros. Estamos charlando sobre ese tema que nos quita el sueño pero que también nos hace saltar de la cama cada mañana: invertir en esa empresa en la que pusimos nuestras esperanzas (y algo de dinero también).
Ahora, imagina que esta empresa es como ese amigo que siempre tiene una nueva idea brillante. Al principio, todo es genial. Este amigo está en racha, ganando carreras, conquistando cimas. Tú, por tu parte, estás aplaudiendo en primera fila, orgulloso de haber apostado por él desde el principio.
Pero aquí viene el «pero». Incluso los mejores tienen sus días malos, y aquí es donde las cosas se ponen… interesantes.
Error número uno: Se duermen en los laureles. Imagina que este amigo, después de ganar unas cuantas carreras, decide que ya es suficientemente bueno y deja de entrenar. Es un poco como cuando nuestra empresa estrella deja de innovar porque piensa que ya lo ha logrado todo. Mala jugada.
Error número dos: Dejan de escuchar. Es como si nuestro amigo, en medio de su éxito, dejara de escuchar los consejos de aquellos que realmente quieren lo mejor para él. La empresa hace algo similar cuando ignora lo que sus clientes están diciendo. ¿Resultado? La gente comienza a perder interés. No es ideal.
Error número tres: No cambian con el mundo. El mundo cambia, las tendencias cambian, y lo que ayer estaba de moda, hoy ya es historia. Si nuestro amigo insiste en correr con zapatillas viejas porque «siempre le han funcionado», pronto se quedará atrás. Lo mismo va para la empresa que no se adapta.
Ahora, ¿por qué te cuento todo esto? No es porque quiera darte una charla ni nada por el estilo. Más bien, es porque sé que navegar por estas aguas puede ser complicado y, a veces, un poco solitario.
Si alguna vez quieres desahogarte sobre estas montañas rusas de las inversiones o simplemente charlar sobre estrategias para no quedarnos atrás cuando el mundo (y nuestra empresa) cambia, aquí estoy. Pero, hey, sin presiones. Al final del día, estamos todos en este juego juntos, intentando hacer las mejores jugadas posibles.
Así que, sigue siendo crítico, mantente curioso, y recuerda: en el mundo de las inversiones, al igual que en la vida, la única constante es el cambio. Y entre más rápido nos adaptemos, mejor navegaremos por estas aguas.
Salud por esos cafés y por nuestras futuras charlas, sea en esta cafetería imaginaria o donde sea que la vida nos lleve.
Un saludo
Óscar