Te cuento algo que a los académicos de los mercados les molestará

¡Hola, valiente del mercado!

Aquí te lanzo una perla de sabiduría, forjada en las profundidades de la experiencia y la astucia, no en las frías aulas de la academia.

Construir una cartera de inversión a largo plazo es como esculpir tu propio destino financiero con tus propias manos.

No hay un solo camino tallado en piedra; es un arte que demanda flexibilidad, una mirada aguda y una audacia que desafía los modelos establecidos.

Escucha, no es un secreto guardado en lo más recóndito de los tomos de inversión, es el evangelio según Benjamin Graham y «El inversor inteligente».

Es simple: tus inversiones deben proteger tu capital y, al mismo tiempo, ser semillas que crecerán en frondosos árboles de rendimientos a lo largo de los años.

Aquí entre nosotros, mi estrategia no viene de teorías recogidas en polvorientos libros.

Viene de la sangre y el sudor en el campo de batalla del mercado como muchos ahorradores. He apostado en su momento por campeones como Boyd Group, Goeasy, Colliers, Vidrala, Mader Group, Aercap y Api Group, diversificando no por tipo de activo, sino por la esencia y el terreno en el que juegan. Y cuando los académicos chillan por más «diversificación», yo sigo mi camino, guiado por mis necesidades y las cicatrices de mis batallas.

Aprendí de titanes como Peter Lynch y Joel Greenblatt que no se trata de cuántos caballos tienes en la carrera, sino de conocer a fondo esos pocos elegidos y vigilarlos como un halcón.

No te pierdas en la maraña de opciones; más bien, domina el arte de elegir sabiamente y mantener un equilibrio entre el riesgo y la recompensa.

Y recuerda, guerrero, nunca dejes que el brillo de una joya eclipse el valor de tu tesoro.

A veces, la verdadera sabiduría reside en saber cuándo soltar, reequilibrar tu carga y seguir adelante.

En eso me atrevo a matizar lla viñeta adjunta del maestro Ron Baron.

Esta lección, aprendida a golpes en cagadas que he tenido como en Gaia o Kaisa Prosperity, es el verdadero tesoro de un inversor audaz.

Así que, ¡adelante! La gloria espera a aquellos dispuestos a desafiar las tormentas con una sonrisa y un plan de juego ganador.

¡Que tengas un gran dia!

Óscar

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